A la hora de decidir qué ventana instalar es tan importante el tipo de cristal como el sistema de apertura.
A la hora de elegir qué tipo de ventanas vamos a instalar en nuestra casa, negocio u oficina es muy importante seleccionar el cristal más adecuado, pero tampoco debemos de olvidarnos del sistema de cierre.
¿Cuál es el cristal para ventana más adecuado para mí?
Los cristales de una ventana pueden estar fabricados con un solo cristal, dos o incluso más y el tipo de vidrio utilizado puede variar en su composición, según las necesidades que tengamos.
• Cristal simple: La opción más básica. Suele estar instalado en ventanas que no necesitan ofrecer prestaciones como aislamiento acústico, aislamiento térmico o seguridad.
• Doble acristalamiento: La opción más instalada. Se fabrica con dos cristales separados por una cámara estanca que dependiendo de su grosor y composición aísla, en mayor o menor medida, el interior de la estancia de los ruidos y evita que se transfiera la temperatura del exterior, manteniendo la del interior.
• Triple y cuádruple acristalamiento: Este sistema suele emplearse en instalaciones especiales. Se trata de añadir más cristales al doble acristalamiento, consiguiendo así multiplicar las prestaciones térmicas y acústicas de la ventana.
• Doble acristalamiento con aislamiento acústico: Una opción muy recomendable si la ventana da a una calle con mucho tráfico, un colegio, etc... Se fabrica colocando una lámina de PVB (Polivinilo Butiral) entre los dos cristales para aportar tanto aislamiento acústico como términco. Si se quiere aumentar su eficacia se pueden añadir más láminas de PVB.
• Doble acristalamiento con control solar: Especialmente indicado para ventanas que estén expuestas al sol durante muchas horas al día. El cristal incorpora una capa metálica que repele el efecto calórico del sol, lo que evita especialmente que la temperatura de la habitación aumente, pero siempre dejando que la luz natural penetre normalmente.
• Doble acristalamiento laminado de seguridad: Opción recomendada para ventanas expuestas a golpes. Los cristales se laminan con PVB para proporcionarles elasticidad y resistencia a los impactos. Si el cristal llegara a romperse no sería peligroso para las personas o animales, ya que se rompería en pequeños trozos que quedarían pegados a las láminas de polivinilo butiral.
¿Qué tipos de cierre para ventanas existen?
Existen muchos tipos de ventanas capaces de adaptarse a las necesidades más diversas, como ventanas batientes, oscilantes, oscilobatientes, correderas, osciloparalelas, desplazables, plegables, pivotantes, de guillotina, ventiluz,... A continuación destacamos algunos de ellos:
• Ventanas batientes: Son las ventanas de toda la vida. Se abren hacían un lado, gracias a sus bisagras laterales. Es una ventana simple cómoda y fácil de utilizar y su principal ventaja es que se puede abrir completamente, lo que proporciona una excelente ventilación. Si el espacio de la habitación es reducido puede no ser adecuada, ya que necesitan bastante espacio libre para abrirse.
• Ventanas oscilantes: Se abre oscilando sobre su parte superior y ocupan muy poco espacio cuando están abiertas. Su sistema de apertura es simple y garantiza la estanqueidad, manteniendo intactas sus propiedades de aislamiento acústico y térmico.
• Ventanas oscilobatientes: Se abren de dos formas. Como una ventana convencional, girando la manivela y abriendo una de las hojas o girando la manivela hacia arriba para accionar su mecanismo interior, que hace que la ventana se abra de forma oscilante inclinándose unos 20º hacia el interior de la habitación.
• Ventanas correderas: Está compuesta por dos hojas que se desplazan horizontalmente una sobre otra para abrirse o cerrarse. Son menos adecuadas si se busca mayor ventilación, pero son muy apropiadas si no se dispone de mucho espacio para abrirla o la habitación tiene muebles cercanos a la ventana.
• Ventanas osciloparalelas: Se trata de una ventana corredera que al abrirse se desplaza del marco para poder correr hacían un lado. Se cierra con un giro de manivela que ajusta la hoja al marco de la ventana igual que una practicable, lo que garantiza su estanqueidad.