Hay arquitectos que utilizan grandes cristaleras en sus proyectos y nos sorprenden con obras que recrean ambientes naturales.
Cristalereía Athair, la cristalería en Sevilla para negocios y particulares.
Árboles, plantas, algas que recubren toda una fachada o grandes cristaleras casi imposibles, son algunos de los elementos con los que juegan los grandes arquitectos para construir edificios grandiosos inspirados en la naturaleza.
Algunas de estas obras son:
Ministerio de Asuntos Municipales y Agricultura de Qatar inspirado en un cactus:
La forma de este edificio recuerda a un gran cactus y está compuesto por una torre acristalada en altura, acompañada de un domo menor. Este ministerio en forma de cactus está pensado cumpliendo los criterios de sostenibilidad y está previsto que su cúpula acoja un jardín botánico.
La Sagrada Familia de Barcelona:
Este es el edificio más simbólico del gran Gaudí, un referente indiscutible de la arquitectura inspirada en la naturaleza. En esta obra el vídrio y los ventanales adquieren gran protagonismo y recrea voluminosas columnas que se engrandecen por la entrada de la luz a través de las claraboyas de vidrio del edificio. La luz también se cuela en el interior de la Sagrada Familia gracias a los grandes ventanales por los que entra el sol.
Casa de algas en Hamburgo:
La casa de algas se trata de un edificio compuesto de fachadas de planchas de vidrio recubiertas de algas microscópicas que le dan un singular y característico color verde. Se trata de la primera "fachada bio-reactiva" gracias al circuito de agua que circula por todo el edificio. Las algas sirven para proteger el edificio del calor, pero a la vez sirven de aislante y de persiana para la luz.
Memorial de las Naciones Unidas en Chungiu (Corea del Sur)
La fachada de este edificio es completamente de cristal y está formado por salas que recrean la forma de estructuras celulares. La intención de este grupo de arquitectos (Estudio ACME) al construir este edificio en forma de cubo era recrear las estructuras celulares.
Terminal Internacional de Waterloo en Londres:
Esta construcción está diseñada por el arquitecto Nicholas Grimshaw y encierra su espíritu de facilidad de construcción y montaje o de removilidad, con una pieza siempre de la misma dimensión, un vidrio rectangular que mediante el diseño, permite su movimiento en las tres coordenadas espaciales. El resultado es un edificio casi orgánico con escamas. Una cubierta de cristal de 400 metros, 36 sectores definidos por dos cerchas y piezas de sujeción de los paneles de vidrio y las pantallas de acero inoxidable para mitigar la luz directa del sol. Es un sistema blando que permite el movimiento de la estructura al paso de los trenes, el viento y el calor. En contra de lo que se pudiera pensar, esta espectacular cubierta acristalada solo supuso un 10% del presupuesto total.
Proyecto Edén en Cornualles en Reino Unido:
El proyecto fue concebido por Tim Smit y diseñado por el arquitecto inglés Nicholas Grimshaw y la empresa de ingeniería Anthony Hunt y Asociados. Grimshaw & Partners fueron elegidos para este emprendimiento debido a su experiencia en la creación del gran techo de vidrio de la Terminal Internacional Waterloo en Londres. El arquitecto se inspiró en grandes burbujas de jabón para dar forma a este jardín botánico.
Las especies tropicales que pueblan el interior de estos imponentes edificios abovedados son una referencia de la arquitectura contemporánea.